Hay veces en la vida, que tras tanto tiempo de estar atado, prisionero; por fin, te liberas de las cadenas. Los grilletes caen al suelo. Te frotas lentamente las muñecas; pudiendo ver lo que son. Sientes un hormigueo por donde antes había metal. Es extraño.
La celda se abre. Paso libre para salir. La luz te ciega.
Tanto tiempo en oscuridad, encerrado y limitado, ya son pasado. Adelante, hay todo un paisaje de posibilidades, puertas y ventanas. Cada uno espera a que tomes el paso a abrirlos, a mirar por ellos.
Pero ahora, estás aturdido; toca adaptarse. Poco a poco, abrirás los ojos. Poco a poco te inclinarás hacia la madera. Poco a poco, te acostumbrarás al cambio. Poco, a poco, la luz cegadora, será la que te ilumine.
Poco a poco, pasito a pasito.
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1 comment:
Qué bonito ^^.
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