Parte 1
'Y aquellas tres torres, dos sin ventanas que comprenden la totalidad de la sólida ciudad son lo que varios tan sólo marcan en su mapa, p-'
'Deja ya eso... y ven-te ya!'
Abel encerró en su cuaderno su mundo de metáforas. Padecía un transtorno obsesivo-compulsivo de no querer olvidar nada, y por la verguenza misma de que si alguien ajeno lejese lo que escribe, todo elemento lo traducía a un sustituto metafórico. Con su adolecente tiempo, tejió una densa reque ha capturado la atención de mas de uno, estos segundos nunca pudiendo descifrarlo.
Jacobo, que lo único que comparte con Abel es una gran amistad y una abuela; inisitía sobre el sumergido cuerpo en la silla de la estación para pescarle a la realidad y convencerle para tomar el tren que pronto saldría hacía el pueblo de la progenitora de sus madres.
'Espera, que... termino esto último, que-'
'Escribes luego, Ve-en-GA!'
Jacobo lo que la balanza le quita en creatividad, se lo concede en impetú. Al frágil cuerpo del escritor aferró sus manos y le arrastró hasta los adentros del transporte, que poco después ruigó hasta tomar aceleración.
'No te has tomado la medicación hoy, no?
Un escudo de murmullos defendieron a Abel en excusas. Asintió sus manos y tardó poco en tener la senación de estar mutilado.
'Mi-mi cuaderno!'
Jacobo maldecía todo lo visible mientras Abel en un embiste maternal saltó por la puerta para recuperar su cuaderno. Libre en inercia, el borde de la salida le impartió el mismo calibre en el borde del cráneo del salvador.
---
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment