Es divertido a veces adentrarse en un mundo desconocido y "prohibido" para los demás y extraes satisfacción. Tiene un bonus si es heterodoxo y "Nobody is the wiser".
Hubieron elecciones a delegado y se presentaron cuatro, el bromista, un canario una tía e yo. El bromista no intentó demasiado en serio ganarse votos. El canario logró gran conexión con el público; por medio de unos gestos de madurez y de sectarismo(Yo pensé al principio que iba a ganar él), pero sólo se centró en una parte de la clase: su grupo. Remató su discurso con "Y os prometo a todos un viaje a Canarias!".
La joven; presumida y confiada, charlataneó sobre sus puestos de delegada en años anteriores, bromeó de la superioridad femenina en tales cuestiones y sólo animó a las chicas por sus votos. Nota: En la clase solo hay unas cinco chicas.
Dado los discursos anteriores, decidí hacer uso de ellos para ganarme mi propia posición. Sabiendo que por lo menos algunos se tomarán esto en (su versión de) serio, además de que cada candidato sólo se ha centrado en un grupo específico de la clase y que todos han tomado una posición de simpatía compañeristica con el alumnado (Que yo interpreto como huergueidad); la táctica a tomar era simple. Nadie tomaba mucha atención a lo que decía cada uno - en el sentido de proposiciones enlazados que forman información- sino, cómo lo dice. (Esto lo noté presuponiendo que los tres anteriores tuviesen suficiente experiencia en convencer a un grupo y las prioridades que noté en cada uno de sus discursos, cómo mencioné anteriormente). Así pues, tomé una postura de seriedad. Tras una breve introducción de mi mismo y de mis intenciones (de cara a ellos, no de que quería jugar) Remarqué que dado que yo me mezclo entre todos los grupos, conozco la textura de cada uno de ellos. Además, propondría un sistema que permitiría que cada sector (No tuve que tomar el peso de afirmar de la existencia de estos sectores en la clase, ni tampoco necesité el tiempo en explicarlo dado que los anteriores lo habían puesto en evidencia) tenga su representación, a diferencia de establecer una media (lo cual quiere decir nada). Todo ello expresado con decoración de vocabulario complejo (pero al nivel del oyente) y superfluo.
Al terminar, recibí un aplauso. Ello me fue muy gratificante; me sentía muy orgulloso de mi mismo.
"Vas a ganar" me susurró la joven. Respondí brevemente "Ya".
El resultado final determinó que yo iba a ser delegado, el bromista el subdelegado. Al canario nada mas le votaron aquellos mas cercanos a él y la chica tuvo nada mas que su propio voto.
Pero claro, podría haber renunciado a mi puesto al final de las votaciones - porque había ganado ya. Pero al ser delegado de clase, puedo optar por delegado de grupo y superiores; y tengo curiosidad por que puedo yo hacer allí. Me gustaría saber cuanto de lejos puedo jugar a ser abogado del diablo y salirme con la mía (aunque no esté de acuerdo con lo que esté defendiendo en ese momento - es simplemente un medio para practicar el deporte.)
Adjunto:
Analicé el diálogo A:"¿Te cae bien Fulanito?" B:"No"
Si el sujeto B no conoce a Fulanito, no está mintiendo al decir que "no" a la pregunta de A, está siendo increíblemente poco colaborativo con las intenciones de A.
La explicación a ello es que es muy difícil que alguien que no conozcas te caiga bien. Imáginese que quizás B sea muy tímido o poco confiado; por tanto, por regla general de su forma de ser, a B le cae mal todo el mundo que no conoce. Dado que esta posibilidad existe, "A" simplemente ha formulado una pregunta sobre el estado de Bien/mal del "caer bien". Al ser ese estado "Mal" para todos los que conoce B que le cae mal y todos los que B no conoce, la respuesta de B corresponde con su versión de realidad y por tanto no está mintiendo.
Si no estais de acuerdo con que lo que he puesto en cursiva sea la condición necesaria para determinar que alguien está diciendo la verdad, os propongo el siguiente ejemplo:
C (experto en polígrafos) somete al polígrafo (maquina de la verdad) a D (D es un loco corriente). C pregunta: "Eres Hitler?" D responde "No." y el polígrafo indica que está mintiendo. Uno podría decir, "Hombre, si D dice que no es Hitler y está mintiendo, D es en efecto, Hitler". Eso último sería equivoco. La respuesta es que en efecto, D está diciendo algo verdadero, pero está mintiendo; pero en su versión de la realidad, es Hitler. Para él (si mismo) está mintiendo, aunque para los demás, está diciendo la verdad aunque no sepamos que él sabe que está mintiendo.